Los tipos de vehículos que existen hoy en día en el mercado son desorbitados. Que si motor gasolina o diésel, que si cambio automático o manual, que si familiares, que si SUV, que si deportivos… ¡Miles de opciones! Hoy nos queremos centrar en los tipos de cambio automático que existen actualmente, porque no todos son iguales.
¿Pensabas que sí? ¡Hora de adentrarse en este mundo! Como gran resumen, existen 4 tipos de cambio automático diferentes (con matices que ahora descubriremos) y todos ellos funcionan de una manera distinta.
Hemos dicho que son cuatro las clases de caja de cambio automático en los coches, pero… no es del todo así. De esas cuatro, dos de ellas se consideran técnicamente cajas de cambio manual con funciones automatizadas, por eso los englobamos en la categoría.
Atendiendo a esto, los cambios automáticos que existen en realidad son el automático por convertidor par y la caja de cambio CVT o de variador continuo. El cambio robotizado y el cambio automático de doble embrague son esos dos tipos de cambio que tienen funciones automáticas, pero en términos generales son manuales. No obstante…. Vamos por partes, para no liarnos.
Si quieres tener una explicación más técnica y detallada de lo que significan todos estos tipos de cambio automático, te recomendamos ponerte en contacto con tus mecánicos de confianza. Los profesionales del taller Midas Cesáreo Alierta podrán ofrecerte más información si lo deseas, así que pásate a informarte sobre esto siempre que lo necesites. Nosotros vamos a intentar explicarlo de la forma más sencilla posible, pero en esto entran en juego piezas y sistemas internos del vehículo algo más complejos.
El principal funcionamiento del cambio automático por convertidor par se basa en dos hélices: la turbina y la bomba. Este es el convertidor de par que da nombre a la caja de cambio. La turbina está unida al motor y la bomba a los engranajes de la caja de cambio.
Cuando el conductor pisa el acelerador, generando un aumento de revoluciones del motor, aumenta la velocidad de la turbina y genera una turbulencia que pone en marcha la hélice de la bomba.
Por supuesto, entran en juego muchos otros elementos de la mecánica del motor, pero para que entiendas el funcionamiento básico y la respuesta del motor al pisar el acelerador para avanzar. Así, el motor se va adaptando a la velocidad exigida.
Si tienes un vehículo automático de un fabricante asiático, puede que la caja de cambio sea CVT. Su funcionamiento deja atrás las hélices para dar paso a las poleas con forma de cono unidas por una correa. Ofrecen un funcionamiento muy suave, ya que las poleas evitan el contacto directo de las ruedas con los engranajes.
La primera recibe el movimiento generado por el motor, y la segunda polea lleva el movimiento hasta las ruedas a través de la correa. Una de las principales ventajas de este cambio automático CVT es que favorece el movimiento suave y el movimiento de las poleas se adapta a la velocidad del vehículo.
De igual manera, hay otros elementos del motor que toman partido en esta acción, permitiendo así la movilidad del vehículo al pisar el acelerador.
Se considera una de las cajas de transmisión más sencilla del mercado, y es que funciona con el sistema de cambio manual, pero se han automatizado mediante electrónica las funciones del embrague y el cambio de velocidades. Consta de dos engranajes que se encargan de transmitir el movimiento de forma automática del motor a los neumáticos.
Pese a considerarse un cambio manual robotizado, el conductor únicamente debe encargarse de acelerar y frenar cuando considere necesario. El resto se encarga la electrónica del vehículo y el movimiento de llevar la mano a la palanca para cambiar de marcha desaparece.
Este tipo de cambio utiliza básicamente el funcionamiento del cambio robotizado, pero cuenta con dos pares de engranajes. Uno de ellos gestiona las marchas pares y el otro se encarga de las marchas impares. El cambio de marcha es bastante más suave que en el caso anterior, pero sigue siendo de forma automatizada.
De esta manera, aunque técnicamente pueda parecerse a una caja de cambio manual tradicional, el conductor únicamente debe preocuparse de pisar el acelerador y el freno, desapareciendo ese pedal del embrague.
En los últimos años, es muy habitual encontrarse con los coches nuevos o de km 0 con este tipo de caja de cambio. En España han sido pocos hasta ahora, pero en otros países, como Estados Unidos, la caja de cambio manual ha quedado relegada a puestos muy residuales, dando paso prioritario a estos coches automáticos que facilitan la conducción, haciéndola más cómoda.
Puede que tengas un vehículo automático, pero se te escape de las manos el tipo de caja con el que cuenta. Por ello, te recordamos que puedes acercarte a nuestro taller de mecánica rápida para que puedan ayudarte a identificarlo y explicarte su funcionamiento.