La luna o parabrisas del coche, compuesta por vidrio laminado, se convierte en un elemento fundamental en la conducción. Además de la seguridad que proporciona a los integrantes del vehículo, permite una visibilidad absoluta en la carretera. Pero, ¿qué ocurre si se rompe? El campo de visión sería nulo y las dificultades aumentarían. Impensable, ¿no? Para evitarlo, te indicamos cuándo debes cambiar las lunas del coche y por qué.
El parabrisas no es un elemento que el usuario cambie a menudo, pero sí que es conveniente mantener un control. Es evidente que una raja en el cristal va a encender las alarmas y va a conllevar tu visita al taller, pero no es el único motivo por el que cambiar la luna del coche. Hoy en Zoilo Ríos te contamos las razones por las que tu coche puede necesitar una reparación o sustitución de lunas.
Si no encuentras daños o desperfectos en el parabrisas, no importa. Es recomendable llevar a cabo una sustitución de lunas pasados los 150.000 kilómetros. Después de este rodaje del coche, puede desgastarse y causar dificultades en la visión a la hora de conducir.
Algunos de los daños causados en el parabrisas pueden repararse, mientras que otros conllevan directamente la sustitución de lunas, porque no tienen arreglo. Existen varios deterioros en tu cristal que van a precisar esa visita al taller.
Como ves, no debes esperar a que la luna de tu coche se rompa para acercarte a comprobar su estado a un taller. ¿Te preocupa el precio? Mucha gente incluye la reparación de lunas en su seguro de coche, por lo que el servicio es gratuito al contratarlo con tu agencia de seguros.
Ahora que ya sabes más sobre el mantenimiento de la luna de tu coche, te dejamos algunos consejos para conducir que pueden ser de tu interés: