Cuando vas de viaje en tu coche, o en cualquier otro vehículo, este se compone de ciertos sistemas de seguridad que garantizan tu confort en su interior. Es el caso del sistema de suspensión, que si sabes cómo funciona el sistema de suspensión sabrás que se encarga de mantener la estabilidad del vehículo mientras está circulando —entre otras funciones—. ¿Cómo lo consigue? A través de los amortiguadores y otro conjunto de elementos que evitan el efecto que producen las irregularidades del pavimento en el vehículo. De esta forma puedes circular sin apenas notar las imperfecciones de la carretera en el interior del coche.
Habrás oído hablar de diferentes tipos de suspensiones, pero hoy en Zoilo Ríos queremos centrarnos en la suspensión hidráulica, y en cómo funciona este tipo de suspensión en tu vehículo.
Antes de saber cómo funciona la suspensión hidráulica, vamos a descubrir qué es. Este tipo de suspensión se compone de recipientes llenos de líquido, unos líquidos formados por elementos etílicos o alcoholes que ayudarán a mantener la estabilidad química en temperaturas altas.
Lo que caracteriza a la suspensión hidráulica es que en su sistema no hay muelles o resortes en los amortiguadores. Esto se debe a que de esta forma las oscilaciones en el vehículo serán más suaves.
Es importante mantener los amortiguadores en buen estado, porque forman una parte esencial en el sistema de suspensión hidráulica. Se encargan de forzar la circulación de aceite a través de orificios localizados. Por tanto, la resistencia al paso del aceite provoca las fuerzas de compresión y expansión, a través de las cuales el amortiguador controla el movimiento de la suspensión de tu vehículo. Al ser un elemento esencial del sistema de suspensión hidráulica debes saber cuándo cambiar los amortiguadores de tu vehículo.
La suspensión de tu vehículo se trata de la unión que hay entre el brazo de la suspensión y un elemento elástico. Como ya sabes, hay distintos tipos de suspensiones, y cada una de ellas se diferencia en el tipo de elemento elástico que las componen.
En el caso de la suspensión hidráulica, esta funciona mediante unos recipientes líquidos centralizados que permiten regular la distancia del vehículo entre el pavimiento, es decir, la altura que mantiene el coche desde el suelo. Asimismo, garantiza la estabilidad del vehículo cuando se modifica la carga del mismo.
Sin embargo, cuando ese elemento elástico en la suspensión está formado por gas a presión se trataría de una suspensión hidroneumática. Y en el caso de ser un elemento de caucho, sería una suspensión hidroelástica.
Para dar respuesta a qué tipo de suspensión es mejor para tu vehículo, dependerá del tipo de uso que le des y el presupuesto del que dispones para ocuparte de su mantenimiento.
El sistema de suspensión neumática suele ser muy común en los SUV —vehículos utilitarios deportivos— y los vehículos todo terreno. Algunas de las ventajas que ofrecen este tipo de suspensión son la posibilidad de regular la altura del vehículo conservando el chasis a la misma distancia del suelo. Además de ser una suspensión aplicable a cualquier tipo de tracción, trasera, delantera o en las cuatro ruedas.
También es una suspensión eficiente independientemente del tipo de carretera, y cuenta con unos sistemas avanzados que permiten regular la altura y rigidez del vehículo, adaptándose así al conductor. Y, por último, su sistema neumático aumenta su precio ya que ofrece un rendimiento y seguridad mayor.
No obstante, ten en cuenta que la suspensión hidráulica te ofrecerá un mayor confort a diferencia de los sistemas rígidos de muelles o ballestas. Esto se debe a que la finalidad de la suspensión hidráulica es ofrecer un transporte suave. No obstante, la suspensión hidráulica no es del todo eficiente cuando es necesario un desempeño mayor, aunque si ofrece confort y control en la conducción.
Los tipos de vehículo que más utilizan la suspensión hidráulica son los automóviles que se exhiben o están presentes en algún concurso. Suele ser así debido a que la suspensión hidráulica facilita que la carrocería se levante del suelo, o descienda, a gusto del conductor. También producen el conocido “efecto salto”, muy relacionado en tuning, que permite elevar y bajar el vehículo de una forma notable —ya sea un salto lateral, frontal o trasero—. Asimismo, otro gesto muy llamativo de la suspensión hidráulica son los “lowriders”, cuando el vehículo se baja lo máximo posible hacia el suelo.
Como has podido ver, según tus necesidades la suspensión hidráulica será, o no, la mejor opción para tu vehículo. Es fundamental que lleves un riguroso mantenimiento del coche, por eso, si notas alguna anomalía o ruido en la suspensión de tu vehículo, visita nuestro taller Midas Cesáreo Alierta donde nuestros profesionales en mecánica harán una rigurosa revisión de tu coche.
Si sigues nuestros consejos para mantener el coche como nuevo no tendrás ningún problema en la carreta.