Los neumáticos de un vehículo no son únicamente la unión de la llanta y el caucho que forma la rueda. Hay muchos elementos que entran en juego para que el funcionamiento de los neumáticos responda a todas tus exigencias al volante. Uno de los elementos son los rodamientos del coche.
Son una pieza muy pequeña pero que juegan un papel fundamental a la hora de realizar movimientos del vehículo. Por eso, es importante que conozcas qué son, dónde se encuentran, cómo realizar su mantenimiento, así como saber cuándo cambiar los rodamientos del coche.
Los rodamientos del coche son los elementos encargados de transmitir el movimiento a los neumáticos. Forman parte de ese sistema de trasmisión del vehículo tan fundamental para la movilidad adecuada del mismo. Sin embargo, no es la única funcionalidad de estas pequeñas piezas.
También absorben parte de la carga de los neumáticos, indicada en los números de los neumáticos como el índice de carga, y transmiten la fuerza a los neumáticos. Además, reducen la fricción entre los ejes y los otros elementos del neumático que están en contacto con ellos.
Depende del modelo de vehículo. No todos los rodamientos del coche están siempre ubicados en la misma parte del coche. Eso sí, siempre van a estar incluidos en algún componente relacionado con la trasmisión del movimiento.
De esta manera, y como norma general, pueden encontrarse en las manguetas, en la cremallera de dirección o en la caja de cambios. Sin embargo, si tienes algún problema con los rodamientos del vehículo, te aconsejamos acercarte a tu taller de confianza para que sean ellos los encargados de detectar el problema y ubicar los rodamientos.
El motivo es que, para su revisión, se necesitan desmontar varias piezas y no es un proceso sencillo que puedas hacer en casa sin las herramientas adecuadas.
Hay distintos tipos de rodamientos, pero los más habituales son los radiales y axiales. Sin embargo, todos los rodamientos se componen de los mismos elementos:
Como todo elemento mecánico del vehículo, los rodamientos también son objeto de desgaste o avería. No son indestructibles, y aunque no lo veas a simple vista, están ahí y pueden estropearse con el paso del tiempo y conforme la vida útil del vehículo se va alargando.
En las revisiones periódicas de tu vehículo, conviene que los revisen junto al resto de elementos. Por eso, si tras una revisión te indican que tienes que proceder al cambio de rodamientos, no te preocupes porque no es algo imposible que pueda ocurrir al conducir.
Hay ciertas señales que te van a indicar que se está produciendo un fallo en el funcionamiento de los rodamientos. Así que debes estar atento si aparecen ruidos en la conducción, porque puede que estén relacionados con un fallo de los rodamientos y tengas que cambiarlos.
A simple vista, puede que no sepas identificar el origen del ruido, por lo que para saber si está relacionado con los rodamientos, estos son algunos de las señales que van a indicarlo:
Para descartar si se trata, efectivamente o no, de una avería de los rodamientos, comprueba el estado de los neumáticos. Son síntomas parecidos a los de un fallo en el equilibrado de neumáticos. Comprueba que no es un problema derivado de una posible deformación de los neumáticos o que se trata de un ruido de la suspensión.
Estos son algunos síntomas que marcan que necesitas cambiar los rodamientos, así que no tardes en llevar tu vehículo al taller. En nuestro taller Midas Cesáreo Alierta de mecánica rápida, podrán revisar el estado de estos elementos para comprobar si se trata, efectivamente, de este problema. Sus profesionales se pondrán manos a la obra para que tu vehículo vuelva a estar operativo y con los rodamientos en perfectas condiciones para que vuelvas a conducir con él.
Dejarlo pasar y no centrarse en un posible problema en los rodamientos puede derivar en la rotura del cojinete del coche. Esta avería es mucho más grave, así que conviene ponerle remedio a tiempo.