No nos vamos a engañar. El gasto de un vehículo es indiscutible. Que si el seguro, que si llenar el depósito, que si mantenerlo… Uno de los importes fijos derivados del hecho de tener un coche, es el impuesto de circulación.
Es un gasto fijo anual que todos los propietarios de un vehículo deben pagar para que este pueda circular legalmente por la carretera. ¿Qué es? ¿Cuándo se paga? ¿Dónde se paga?
El impuesto de circulación es uno de los gastos fijos de los conductores al poseer un vehículo. Se llama oficialmente Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) y sirve para registrar los vehículos matriculados que son aptos para la circulación en España.
Es un impuesto que lleva vigente tres décadas tras su aprobación e implantación en 1990 y actualmente depende de los ayuntamientos de cada municipio. Son diferentes dependiendo de la Comunidad Autónoma a la que pertenezcas, por lo que el importe variará según tu ubicación.
Todos los vehículos matriculados en España están obligados a pagar el impuesto de circulación, sin embargo, existen excepciones de vehículos que no tienen que pagarlo. Hablamos de vehículos oficiales que portan matrículas especiales, vehículos de representantes diplomáticos, vehículos sanitarios, transporte público urbano de más de nueve plazas y vehículos para personas de movilidad reducida de hasta un 33%.
De la misma manera, los vehículos agrícolas que dispongan de la Cartilla de Inspección Agrícola están exentos de pagar este impuesto de circulación.
El resto de vehículos, tendrán que realizar este pago si quieren circular de acuerdo con la ley y evitar alguna posible multa de tráfico al no llevar los papeles en regla.
Tal y como varía el importe del impuesto de circulación según la ubicación, también cambia la fecha en la que se paga. Dependerá de la Comunidad Autónoma en la que esté registrado el vehículo, y por norma general se devenga el 1 de enero. Es decir, cualquier persona que sea titular el 1 de enero de un vehículo, tendrá que pagar el impuesto de circulación para conducirlo.
El plazo para pagar el impuesto de circulación suele producirse entre el 1 de abril y el 31 de mayo, dependiendo de la fecha fijada por el ayuntamiento correspondiente.
Para pagar el impuesto de circulación, existen diferentes métodos y vías, todas ellas válidas y con las que debes asegurarte de que tienes los papeles en regla.
Como el plazo, dependerá de cada Comunidad Autónoma, cuyos ayuntamientos fijarán el importe, que también variará dependiendo del tipo de vehículo que conduzcas. No es lo mismo pagar el impuesto de circulación de una motocicleta que de una furgoneta.
De la misma manera, existen ciertas bonificaciones que se aplican a la hora de pagar el impuesto de circulación. Para ello, debes cumplir alguno de los siguientes requisitos:
Recuerda pagar el impuesto de circulación, porque de lo contrario, el ayuntamiento podría embargar tu vehículo por no cumplir con la normativa y no podrás seguir circulando hasta que saldes la deuda correspondiente con tu ayuntamiento. No te costará tiempo y te asegurarás de que tu vehículo está en orden.