Cuando el coche nuevo, recién salido de fábrica, nos maravilla la suavidad y el silencio con el que se mueve. Sin embargo, con el uso y los kilómetros recorridos, es muy normal que empiecen a surgir problemas y ruidos inquietantes.
El mantenimiento del coche es una de las prioridades de cualquier conductor. Mantener en buen estado el vehículo es fundamental para una conducción segura y óptima. Tener el motor en buen estado, mantener la mecánica del coche de forma adecuada o que el sistema de engranajes funcione sin problemas van a facilitar que se alargue la vida útil del vehículo y que la seguridad esté a tu lado en tus viajes.
Uno de las averías del coche más frecuentes y que da más quebraderos de cabeza es el ruido en la suspensión. La razón es que cuesta identificar de dónde procede, y hay que prestar mucha atención a este sonido, porque puede estar indicando un problema muy grave.
El sistema de suspensión del vehículo consigue que los neumáticos no pierdan el contacto con el asfalto en ningún momento. Esta es la razón por la que es tan importante prestar atención a cualquier ruido en la suspensión que puedas escuchar. Si falla este sistema, el coche pierde adherencia y las consecuencias pueden ser muy graves, ya que aumenta notablemente el riesgo de accidente.
Los coches necesitan una buena adherencia y un sistema de suspensión efectivo para poder ofrecer el control preciso que requiere una conducción segura.
En cuanto se produzca un ruido similar al de los muelles de una cama vieja, ponte en alerta porque es una mala señal y puede ser peligroso circular si hay un problema en la suspensión.
Este no es el único ruido en la suspensión que se produce en los vehículos. Puede ser un ruido en la suspensión que se asemeje a un ruido metálico suave o al de un eje a punto de romperse.
Sea cual sea el ruido en la suspensión que creas escuchar, no lo dejes correr. Acércate a tu taller más cercano o de confianza para que le echen un vistazo. En el Taller Midas Cesáreo Alierta de Zaragoza te ayudarán a mantener el buen estado de tu vehículo.
Si el ruido en la suspensión se parece a los muelles de una cama vieja, puede ser que se haya producido un desgaste en el sistema silenciador de las barras estabilizadoras. Sonará más cuando el coche circule por encima de un badén o ante cualquier bache que haya en la carretera.
Solucionar este ruido en la suspensión no es muy caro, y lo podrán hacer en tu taller de confianza. Pero no lo dejes pasar. Es crucial para una conducción segura y prevenir accidentes, que la suspensión de tu vehículo esté en perfectas condiciones.
Si el ruido en la suspensión es más metálico, aunque leve, el problema será otro. Es un ruido más seco, como un “clack” al pasar por badenes o baches y nos indica que el problema puede estar en los anclajes del sistema de suspensión. Puede ser un error de las rótulas de suspensión, de dirección o de los tirantes.
Para este problema, el gasto tampoco es muy elevado. Acércate a tu taller de confianza si escuchas este ruido en la suspensión metálico, podrán ayudarte sin problemas.
La parte que une la carrocería con el amortiguador se llama copela y es otra de las averías comunes que pueden hace que tu coche haga ruidos extraños. La copela cruje cuando se agrieta y el ruido que hace es bastante preocupante. Consiste en un “cloc, cloc, cloc, cloc” continuado, dando la impresión de que alguna pieza del vehículo está a un mal movimiento de romperse.
La reparación de este problema es sencilla y no es demasiado costosa, pero debe hacerse en un taller mecánico y tan rápido como sea posible.
Es importante no confundir el ruido en la suspensión con la necesidad de hacer un posible cambio de amortiguadores. Si tienes un sistema de suspensión hidráulica, también necesitarás recomendaciones específicas. No obstante, serán los profesionales del taller los que mejor te puedan aconsejar en este aspecto. No lo dejes pasar, y mantén tu vehículo en las mejores condiciones.