De todos es sabido que la gasolina no tiene la misma densidad que el agua. Como si se tratara de un laboratorio, nos hemos imaginado en nuestra cabeza la mezcla de agua y gasolina para poder comparar cuál puede ser la densidad de la gasolina.
El carburante, la gasolina en este caso, se quedará flotando sobre el agua como ocurre con el aceite. El motivo es que la gasolina es menos densa que el agua y por eso no se producirá una mezcla homogénea entre ambos líquidos.
¿Y entonces qué pasa si mezclas agua y gasolina? ¿La densidad de la gasolina es mayor o menor que la del agua? ¿Y el motor funciona bien si hay agua en el depósito de gasolina? En Zoilo Ríos nos hemos preguntado algunas de estas dudas y les damos respuesta por si también han pasado por tu mente en algún momento.
Tras varios estudios, se ha estipulado que la densidad de la gasolina es de 720 kg/m³, menos que el agua. Por ello, tal y como decíamos, si se mezclan ambas sustancias, la gasolina va a quedar por encima del agua por que pesa menos que el agua.
Si hablamos de carburantes en general, no es lo mismo pensar en la densidad de la gasolina que en la densidad del gasóleo o diésel. De hecho, una de las diferencias entre diésel y gasolina es precisamente la densidad.
¿Hay diferencia entre la densidad de la gasolina 95 y la densidad de la gasolina 98? La respuesta es no. Aunque la gasolina 95 y 98 tienen varias diferencias, dependiendo principalmente del octanaje del combustible, la densidad no varía, es la misma.
Al hablar del diésel y su densidad, hay que especificar que también es más ligero que el agua. De hecho, el agua tiene una densidad de 980 kg/m³ y la densidad del diésel es de 840 kg/m³, por lo que en un supuesto en el que ambos líquidos se mezclan, también quedaría por encima el diésel.
En la comparativa de la gasolina y el diésel, la gasolina es menos densa que el diésel, algo a tener en cuenta si por error has acabado por echar gasolina a un diésel o viceversa. Los motores de los vehículos están pensados para trabajar con una presión y una densidad concreta, por lo que el funcionamiento del vehículo no será óptimo con el carburante equivocado.
Como habrás adivinado, si dos sustancias tienen una densidad diferente, no hay posibilidad de que se produzca una mezcla homogénea. De hecho, la mezcla de agua y gasolina es heterogénea; es decir, no se van a unir en una misma sustancia en el tanque de gasolina de tu vehículo.
Por eso, si bien es cierto que hay mucha gente que cree que echar agua en la gasolina puede ser beneficioso porque puedes alargar la circulación de tu vehículo con ello, se equivoca completamente. Mezclar agua y gasolina suele tener más efectos negativos que otra cosa. Cuando la gasolina del tanque se acabe, este comenzará a bombear agua para el funcionamiento del motor de arranque, pero eso no ocurrirá.
Al revés, tendrás problemas arrancando el vehículo y te acabarás encontrando con que el coche no arranca y tengas que invertir una suma importante de dinero en reparar la avería del motor.
Por otro lado, al tener densidades distintas, también se producirá un efecto adverso cuando llegue el frío invierno. Mientras que el agua se congela cuando llega a 0ºC, la gasolina se congela cuando se alcanzan -30ºC bajo cero, algo casi imposible de lograr en nuestro país. Sin embargo, los cero grados sí son habituales en muchos puntos de España, por lo que, si se incluye agua en el tanque de gasolina, esta se puede congelar cuando bajen las temperaturas y tener serios problemas para poder reparar el vehículo.